Bueno al lío, a lo que realmente nos gusta que es degustar buenos víveres. La visita a la Abacería de San Lorenzo es obligada. Tienen una chacina y unos embutidos que son para llorar. Y los guisos están muy ricos también, todo muy casero. Para rematar bien en esta tasca es muy recomendable el plato de huevos estrellados.
Pero si se quiere seguir callejeando y disfrutar de otros manjares es aconsejable visitar el Restaurante Eslava o Casa Ricardo, un templo de la semana santa sevillana, dónde se pueden probar, en mi opinión, las mejores croquetas de la ciudad. Un escándalo.
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